El príncipe Guillermo de Holanda, Presidente de la Junta de Asesores del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, en el área de “Agua y Sanidad”, advirtió: “Nuestra agua nos está matando”.
Es el problema clave para más de 3.000 millones de personas en situación de pobreza. Se estima que 900 millones de personas no tienen agua potable y 2.600 millones carecen de instalaciones sanitarias adecuadas.
A su vez el 17% de la población del mundo carece de inodoros y letrinas. Está sujeta a altos riesgos de salud, particularmente los niños.
Según la Organización Mundial de la Salud; 1,8 millones de niños menores de cinco años mueren anualmente de diarrea. Las causas son el agua no potabilizada, sanitarios inadecuados e higiene precaria.
Se calcula también que el 50% de la desnutrición está asociada con diarreas repetidas o infecciones intestinales. La desnutrición es la raíz del 35% de las muertes mundiales de niños.
La mitad de las camas de los hospitales del mundo están ocupadas por los que sufren de enfermedades vinculadas con el agua contaminada, y mas gente muere a consecuencia de ella que como resultado de todas las formas de violencia, incluida las guerras.
La contaminación juega un rol significativo. Cada día se arroja a las aguas de ríos y océanos 2.000.000 de toneladas de residuos de alcantarillado, desechos industriales y agrícolas.
Las soluciones existen, y las nuevas tecnologías las hacen viables. Se estima que cada dólar invertido en agua potable y sanitación tiene un retorno de 3 a 34 dólares, dependiendo de la región y de la tecnología empleada.
En América Latina, que cuenta con un tercio de las reservas de aguas limpias del planeta, se estima que hay 50 millones de personas sin agua potable, y 119 millones sin adecuadas instalaciones sanitarias.
“Cada 20 segundos muere en el mundo un niño por culpa del agua contaminada”.
Fuente:
Bernardo Kliksberg